Europa pretende recuperar la paja como material de construcción o reformas , por su capacidad para el aislamiento térmico. Su principal ventaja es que es respetuosa con el medio ambiente, y además reduce la dependencia de materiales no renovables. Actualmente los investigadores trabajan en conseguir las certificaciones legales para poder usar este material con profusión.
El proyecto financiado con fondos europeos está asentando las bases de la utilización de balas de paja como material de construcción a través de un método pionero ideado en la Universidad de Bath (Reino Unido). El proyecto servirá para desarrollar en mayor medida este método respetuoso con el medio ambiente y obtener su certificación comercial como paso previo a su introducción a gran escala en el sector de la construcción.
El sistema aprovecha las capacidades de aislamiento térmico de las balas de paja para crear paneles prefabricados. Los paneles poseen una estructura de carpintería rellena de balas de paja recubierta con un material transpirable basado en la cal.
Cultivar el material cerca de la construcción  aprovecha las ventajas de la paja como recurso renovable que puede cultivarse cerca del edificio a construir. Su cultivo absorbe dióxido de carbono, por lo que su huella resulta neutra o incluso positiva.
En el campus de la Universidad de Bath se encuentra BaleHaus, un edificio prefabricado de dos plantas construido con balas de paja y revestimientos de cáñamo para explorar las propiedades de este material hipocarbónico. El producto reducirá considerablemente las emisiones de carbono procedentes de edificios nuevos gracias al ahorro logrado durante su construcción y posteriormente en el mantenimiento. El equipo confía en reducir el impacto carbónico de los edificios de nueva planta en un ochenta por ciento en comparación con los sistemas de construcción actuales. Además del ahorro carbónico, el empleo de un subproducto agrícola como la paja reduce la dependencia de materiales no renovables.